Buscar este blog

jueves, 18 de noviembre de 2010

ATENTADO Llaverías quedó en “shock” por el caso Veras


ATENTADO
Llaverías quedó en “shock” por el caso Veras


Santiago
Cuando se enteró del atentado criminal contra el abogado y comentarista de televisión, José Jordi Veras Rodríguez, el pasado 2 de junio en la entrada del Canal 25 en Santiago, Miguelina Llaverías de Lora no pensó que Adriano Román, su ex esposo, estaba detrás del ataque, como han señalado las autoridades del ministerio público.

“Me quedé en shock. La noticia me impactó mucho. Aún no me repongo. No acostumbro a juzgar y siempre he estado agradecida de la familia Veras, quienes me han defendido tan honestamente”, expresó la dama, quien está quebrantada de salud.

Llaverías sufrió una tentativa de asesinato en octubre de 2005, hecho por el cual fue condenado como autor intelectual Adriano Román Román, su ex esposo, y el taxista Fausto Aris Pérez; el dueño de la compañía de detectives Engels Carela Castro y el albañil Dámaso Novas Peralta, quien le disparó. El grupo guarda prisión en el Centro Correccional Rafey Hombres, lugar desde donde se fraguó el ataque contra Veras, según las autoridades.

“Mi vida ha cambiado. No tenemos paz. Ellos están presos en Rafey y yo en mi casa”
Miguelina Llaverías de Lora. Víctima de un atentado
En torno al desenlace del atentado a Jordi Veras, quien la defendió en los tribunales junto a María Alejandra Veras Pola, la dama expresó que lo ocurrido ha sido muy doloroso para ella y su familia. “Lo que le aconteció a Jordi será juzgado como en su momento juzgaron mi caso. Estoy plenamente agradecida y conforme por la defensa recibida de él y María Alejandra, quienes son como mis hijos”, aseguró.

En mayo 2007, en una de las audiencias en el Palacio de Justicia de Santiago, Llaverías declaró que biológicamente nació hace muchos años, pero que volvió a nacer en octubre del 2005 luego de señalar a Dámaso Novas Peralta como la persona que “me voló encima y me pegó el tiro”, frente a su casa.

En aquella ocasión confesó: “Mi vida ha cambiado. No tenemos paz. Ellos están presos en Rafey y yo en mi casa”, frente a Adriano Román, a quien siempre rodearon en el tribunal militares de la Unidad de Traslado de Alto Riesgo.

Llaverías, quien aún tiene pólvora en su rostro y residuos de metal en la mandíbula producto del disparo, dijo que seguirá luchando por sus hijos y nietos, con la frente siempre en alto. “La justicia y el país saben y tienen muy claro que nunca me ha interesado despojar al padre de mis hijos de sus bienes. Lo he demostrado en las dos ocasiones que me he visto al borde de la muerte, sobre todo en 1978 cuando mis hijos empezaban a crecer, fuimos marcados de por vida con un hecho nunca antes se había registrado en la historia dominicana”, expuso.

Llaverías se refiere al secuestro, violación y torturas padecidas en la finca donde la mantuvo su esposo por varias horas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario