SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Concilio Evangélico de las Asambleas de Dios indicó que lo ocurrido con el albergue de Lucerna es la indicación de que los ciudadanos no deben dar entero crédito a todo el que anda hablando de Dios y con una Biblia debajo del brazo.
La organización lamentó el hecho de que en los últimos tiempos supuestos pastores, apóstoles y líderes religiosos estén mancillando la obra de Dios y tratando de crear una imagen negativa contra la iglesia evangélica de República Dominicana.
El reverendo Samuel Santana, relacionador público de las Asambleas de Dios, dijo que la sensibilidad espiritual de las personas y el alto respeto que se tiene a la fe, ha hecho que lobos vestidos de ovejas abusen de los devotos.
Explicó que los casos bochornosos registrados tienen como característica principal a individuos e iglesias que se manejan de manera independiente.
“Estamos hablando de personas que no tienen el reconocimiento, la credencial y la autorización de las instancias evangélicas reconocidas por la sociedad y por el mismo Estado”.
Dijo que los concilios, las confraternidades y los consejos tienen sus estatutos y reglamentos que ayudan a mantener el control y vigilancia de todo el que está bajo su cobertura.
“Pero como hay libertad de profesar lo que se cree, cualquiera viene y levanta una iglesia, funda un ministerio o, como en este caso, un albergue y se declara como pastor o como líder para, luego, cometer toda clase de diablura”, expuso.
Afirmó que la gente no debe meterse en cualquier iglesia ni ligarse a cualquier líder espiritual por el hecho de que hable de Dios.
“Usted debe investigar un paco más. Trate de ver si tiene superiores por encima de él. Si es independiente, entonces, usted tiene el elemento principal para empezar a dudar seriamente”, concretizó.
Indicó que las Asambleas de Dios, y otras entidades evangélicas fuertes en la sociedad, están trabajando en el país desde el 1943 y que se han ganado el respeto de todos los dominicanos por su labor socio-espiritual.
“Somos un ejemplo de control en este sentido. En nuestras dos mil congregaciones y ministerios en todo el país mantenemos principios claros y definidos para sancionar cualquier situación anormal y asumir toda la responsabilidad ante la sociedad dominicana”.
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